EL TEATRO AMAZÓNICO EN EL MUNDO.

EL CUENTO DE NUNCA ACABAR.

César Ching Ruiz.

El pensamiento, descrito como una conversación interna, necesita gestos y artificios físicos y visibles para ser corporizado y expresado. Oral por excelencia, el cuento ha sido desde siempre así para su materialización. Nada como el cuento para expresar estados emotivos como la alegría, la sorpresa, el miedo, la pena…

Francois Vallaeys, quien gusta de contar cuentos, visito varias veces nuestra ciudad, en el intermedio de una de sus presentaciones, el reconocido actor y filósofo francés dijo: “Yo siempre comparo, si pones un cuento en un libro es como un enfermo en la cama de un hospital. Está vivo, pero no vive bien, entonces hay que sacar el cuento del libro y volverlo a contar”… y eso es lo que viene haciendo Rafael (Rafo) Díaz.

Contar cuentos es un arte de a tres, un narrador, un cuento y un oyente. Llevados por la magia del actor, rasgos, voces, comportamientos y gestos van cobrando vida los personajes y va creando en los espectadores la sensación de estar dentro del cuento, de una fantasía real. El narrador de cuentos convierte su voz en el artificio perfecto, de un mugido atronador pasa a un murmullo melodioso, su expresión pasa fácilmente del llanto a la risa.

¿Cómo explicar entonces que allende de nuestras fronteras verdes, nuestro coterráneo, Rafael Díaz este alcanzando éxito con las narraciones orales amazónicas en escenarios nacionales y continentales? si no es por los contenidos y los mensajes mismos y por la excelencia narrativa del artista.

Dicho y mal pensado, al contrario de lo que se piensa, Rafa demuestra con su arte (una vez más) que la amazonía peruana no es ese espació humano vacío que tanto vitorean tecnócratas y políticos que le desconocen, sino un lugar lleno de emociones con seres físicos y espirituales habitados a cada paso. Protagonistas principales y de los cuales se nutre el mundo “real/maravilloso” de Rafael, los millones de indígenas que le poblaron y los pocos miles que existen están para demostrar que la oralidad como medio de transmisión de conocimientos siguen vigentes.

Dejemos que sea está vez el mismo Rafael quien cuente (para decir de algún modo) su experiencia artística en otros lares como España, Venezuela, Brasil, Colombia y Lima.

Está experiencia dice Rafa no puede empezar con el “había una vez”, ¡No puede! porque la historia que quiero contar (…) aunque ha sucedido desde antes, continuara. En Colombia la palabra sigue vigente y nutre de cultura a sus habitantes a pesar de la violencia interna que les desgarra, en Agosto y Setiembre - Rafa sigue diciéndonos- fui invitado por la Red de festivales internacionales de Cuenteros de Colombia para realizar una gira al interior del país con artistas (cuenteros) de España, Camerún, Argentina y Costa rica. La gira comenzó en Medellín con un encuentro llamado “Entre cuentos y flores”, durante el tiempo que actuamos, teatros, plazuelas, barrios, colegios y universidades fueron nuestros escenarios, cada artista era portador de sus tradiciones, por ejemplo, él cuentero español con un texto del poeta Antonio Machado hizo uso de máscaras y versos evocando antiguos juglares europeos. Bucamaranga, la siguiente ciudad me impresiono con su festival “Abrapalabra”, cada función era a lleno completo con 1200 personas, en Barranquilla, con su festival “Caribe cuenta” sucedió igual.

De vuelta al Perú, Rafa siguió trabajando en la difusión de nuestros cuentos, vestido más a la usanza amazónica, realizo en el remozado teatro municipal de San Isidro en Lima, en donde junto a “Cucha” del Aguila encandilaron a los oyentes con nuestros cuentos. No hay en este mundo - sentencia Rafa- hombre alguno que no tenga una historia que contar, tengo la suerte de ser parte de la memoria oral de mi pueblo que voy contando por el mundo y para mi; eso es ya un gran sueño realizado.

Caminando, al mejor estilo de los juglares, Rafa fue invitado a dos de los encuentros de Cuenteros mas importantes de España (Festival de los silos en Islas Canarias y La Maraton de los cuentos en Guadalajara - Madrid)representando a Perú, junto a representantes de otros países más, lo cual desde luego, debe alegrarnos de internacionalizar nuestro teatro amazónico.

Un día -porque en los cuentos siempre tiene que haber un día- esperamos que Rafael o Rafo Díaz regrese a su tierra. Y colorin colorado este cuento no se ha terminado.

* Publicado en el Semanario Amazonico KANATARI de Iquitos