viernes, 11 de septiembre de 2009

¿De que color son los ladrones?



Una vez salía de mi casa hacia el trabajo, tarde como siempre. Marchaba a las carreras y de pronto tropecé con una mujer un poco mayor.

Yo la tropecé por la espalda, es decir que en un primer momento ella no vio a quién la había tropezado, entonces la sujeté para que no se cayera, ella me lo agradeció y yo continué mi camino con paso más acelerado, cuando la superé en la marcha fue que la mujer me pudo ver y notó mi color de piel, o esa fue la idea que me hice cuando escuché que la misma mujer empezaba a gritar:

-¡Me robó, me robó!

De inmediato un policía me detuvo y me dijo:

- A ver Bolita de mierda, ¿qué le robaste a la señora?

Y yo primero respondí que NO soy boliviano. Entonces el policía me preguntó la nacionalidad

Cuando le respondí, me di cuenta que la situación empeoró, entonces me hizo mirar hacia la pared y empezó a requisarme. Entonces, le solicité al policía que le preguntara a la señora qué era lo que según ella, yo le había robado. Me sorprendió que el policía me hiciera caso y le repitiera la pregunta a la anciana mujer.

La señora, que había estado observado la escena impávida, se miró las manos y levantando los hombros contestó:

- ¡No se, algo que llevaba en las manos, pero no recuerdo lo que era!

El policía me requisó nuevamente y no encontró ni en mis bolsillos, ni en mi mochila ni en ninguna parte nada que pudiera pertenecer a esa señora; de inmediato la mujer empezó a andar y el policía le preguntó si iba a hacer la denuncia. No escuché bien cuál fue la respuesta de ella, pero siguió caminando, como si no hubiera pasado nada, asi que el policía no tuvo más remedio que dejarme ir.



Cuando llegué al trabajo le comenté a mi jefa lo sucedido, pero ella no entendía cómo era que yo sabía (o sentía) que todo había sido por mi color de piel. Le dije que era difícil explicarlo, pero podía percibirlo.

Mi jefa argumentaba que la situación le parecía extraña, porque ella sentía que aquí en Buenos Aires no hay racismo, entonces le dije que analizara que muchas veces, cuando la gente va al supermercado sale lanzando frases como

-¡Chinos de mierda!

Así fue que cayó en cuenta que si hay racismo, no sólo con los orientales y con los bolivianos, sino con todo aquel que tenga un color de piel extraño es decir con aquel que no sea caucásico.




Buenos Aires es una ciudad formada con inmigrantes europeos. La venida de estos inmigrantes coincide con las crisis europeas, la primera ola migratoria fue básicamente de españoles e italianos. Y eran de la clase más humilde de estos países, pero como siempre el inmigrante era mal visto.

En la actualidad los inmigrantes que llegan a la Argentina tienen variada procedencia; son orientales, africanos y de todos los países latinoamericanos, pero curiosamente, estos inmigrantes, están siendo discriminados por los inmigrantes que ingresaron al país en las pasadas oleadas migratorias.