Recordando la experiencia vivida en el programa CULTURA EN LOS ALBERGUES, MI TIEMPO ES TU TIEMPO, en el que participé como mediadora de lectura del departamento del Atlántico, desde Mayo del 2012 hasta mayo del 2013.
Por:
Mayerlis Beltrán.
Soy actriz de profesión y
cuentera. El arte es mi opción de vida. He vivido transformaciones propias y he
sido testigo de transformaciones vividas por otras personas después de tener
experiencias con alguna manifestación artística.
Por eso, cuando encontré la
convocatoria para hacer parte del proyecto “CULTURA EN LOS ALBERGUES, MI TIEMPO
ES TU TIEMPO, fase III”, no lo pensé dos veces y me inscribí. Yo había leído
sobre procesos parecidos en otros países y había escuchado testimonios de
personas que habían formado parte de las dos fases anteriores, así que tener la
posibilidad de involucrarme directamente, me pareció una gran oportunidad.
Además, era el momento de
comprobarme a mí misma y a algunos amigos médicos, arquitectos, abogados,
ingenieros -incrédulos del poder de transformación del arte- que un proceso
artístico bien llevado, es tan fundamental para una comunidad en situación de
vulnerabilidad y/o desastre como la asistencia en salud, higiene, o en asuntos legales.
Entonces fui seleccionada para
ser mediadora de lectura del departamento del Atlántico, con intervención en
los municipios de Santa Lucía, Manatí, Repelón, Sabanalarga, Candelaria y el
corregimiento de Carreto.
Mi primer reto era despertar el
interés de los participantes para que se integraran a las actividades
propuestas mediante el fomento de la lectura, consciente que la primera
finalidad del arte es divertir, entretener, intenciones bastante acordes con las
necesidades de una población que acaba de enfrentar un desastre natural.
Pero este proyecto además tenía
una apuesta muy seria y urgente, y era que
con el desarrollo de los procesos artísticos, se hiciera un aporte para la
reconstrucción del tejido social ¡Menuda responsabilidad! Así que para mí fue
clave recordar que se han logrado reconstrucciones completas de la memoria de
pueblos desaparecidos, después de encontrar restos de sus manifestaciones
artísticas y culturales.
Porque la cultura es lo que nos
define como ser, lo que nos agrupa como sociedad, lo que nos desarrolla como
humanos, por eso, la encomienda de aprovecharla para lograr la reconstrucción
del tejido social, era vital para las comunidades afectadas.
Pero sólo después de tener un
primer acercamiento a los alojamientos temporales, en mi calidad de nueva
integrante del proyecto, comprendí por qué era tan importante esa apuesta. En
los alojamientos existen serios problemas individuales que por supuesto repercuten
directamente en las relaciones interpersonales, afectando el desarrollo de
procesos beneficiosos para la comunidad.
La lectura divierte, nos invita a
mundos fantásticos, pero también genera ideas, reflexiones, moldea
pensamientos, nos posibilita conocer otras opciones, otras realidades.
Como mediadora, mi prioridad fue
el trabajo con niños y adolescentes, pues como pude constatar después de hacer
visitas de diagnóstico a cada alojamiento, es una población con muchas carencias
y necesidades en lo que a relaciones interpersonales se refiere. Están ávidos
de espacios de diálogo y la lectura y la narración son herramientas que
propician estos encuentros. Es obvio que si una persona recibe en su infancia
los estímulos correctos para el desarrollo adecuado de su personalidad, esto se
verá reflejado en su actitud frente a la vida en su edad adulta.
En algunos municipios era una
constante las peleas entre los niños y las agresiones generalmente terminaban
en golpes. Después pude notar que esta situación era un reflejo de las
actitudes de los adultos. Estos problemas también se presentaban en el
desarrollo de los talleres de teatro y de otras actividades y eran tan frecuentes,
que terminaban afectando el desarrollo de las jornadas.
Por eso decidí elaborar una
dinámica de trabajo interdisciplinario, en conjunto con la tallerista de teatro
Milys Colón, en la cual a partir del cumplimiento de consignas desarrolladas en
las sesiones, los participantes ganaban méritos a fin de recibir un estímulo
por el trabajo y el cambio en la actitud, logrando mejorar el desarrollo de los
encuentros y facilitar el trabajo en comunidad.
En aras de fortalecer ese
proceso, las lecturas seleccionadas buscaban generar reflexiones sobre temas
ajustados a las realidades que ellos estaban viviendo. Por ejemplo el texto “La
Gallinita Roja” del autor Byron Barton, nos permitió reflexionar sobre la
importancia de la cooperación y el trabajo en comunidad. Con otros textos abordamos
temas como el respeto, hacia sí mismo y hacia los demás, la tolerancia, el
diálogo, etc.
También leímos el cuento “Sarah y
las ballenas”, del autor Efraím Medina Reyes. Esta lectura fue muy relevante
porque el cuento gira en torno a los sueños de un personaje; y les permitió a
los participantes pensar y compartir los sueños que cada uno tiene y cómo hacer
para conseguirlos. La actividad fue complementada con un trabajo manual
desarrollado sobre cartulina llamado “Sueñovisor”, en el que por grupos de tres
personas, pintaban y coloreaban sus sueños. Luego las piezas de cartulina se
unieron para conformar un rollo con todas las ilustraciones.
En una siguiente etapa las
actividades les invitaron a escribir historias a partir de dibujos. Pude
observar que si bien la lectura no es una actividad muy difundida en estas
comunidades, la escritura lo es mucho menos; los participantes primero
coloreaban los dibujos y luego explicaban oralmente la historia que contenía
ese dibujo. En esta instancia la actividad fue más fluida, pero cuando tenían
que escribir ese relato que acababan de inventar, había muchas dificultades.
En otro momento solicitamos la
participación directa de padres o adultos responsables de los niños, quienes
debían contarles cuentos a los pequeños para que estos a su vez se los contaran
a los demás participantes. Fue así como logramos la recopilación de numerosas
historias de tradición oral, revalorizando en las nuevas generaciones el
patrimonio intangible de sus localidades. Para cerrar el proceso que
desarrollamos con la tallerista de teatro, se realizaron lecturas dramáticas y
se llevaron a la escena las historias que causaron más impacto.
En el proceso que desarrollé en
los alojamientos temporales, siempre traté de generar en los asistentes la
identificación con las temáticas planteadas, para garantizar el interés y la
participación activa. Buscaba que ellos sacaran sus propias conclusiones y las
compararan y aplicaran en los contextos necesarios.
Después de varias sesiones, había
mucho interés por leer en voz alta y también fue disminuyendo el nivel de
agresividad; es muy grato recordar que el porcentaje de deserciones de las
actividades, fue muy bajo.
Un buen medidor para calcular el
impacto que tuvimos con el proyecto en las comunidades, es que aun cuando ya ha
pasado algún tiempo desde que la tercera fase llegó a su final, algunos beneficiarios
todavía se comunican preguntando cuándo volveremos a los alojamientos, cuándo volveremos a leer.
3 comentarios:
Canoa, lancha, burro, jeep, la lectura acompañada del arte, atraviesa fronteras, deja en los niños sonrisas y espectativa.
Muy inspiradora tu labor, saludos¡¡¡
Muy inspiradora tu labor, saludos¡¡¡
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